Este curso hemos llevado a las aulas un fragmento de Don Juan Tenorio con motivo de la celebración de Todos los Santos y del Día de Difuntos. A algunos les ha resultado chocante, pero resulta que representar el Tenorio es una tradición de estas fechas. José Zorrilla escribió esta obra en 1844, versionando el mito de Don Juan del que ya se habían ocupado otros literatos, como Tirso de Molina. El argumento es de sobra conocido: Don Juan, un personaje libertino y seductor, tras realizar una apuesta, conquista a Doña Inés. El amorío acaba en tragedia y al final los personajes se dan cita en un camposanto. Y aquí es donde encontramos una primera vinculación del drama con la celebración de Todos los Santos y del Día de Difuntos. Pocos lugares son tan románticos como un cementerio (entiéndase “romántico” como propio del Romanticismo, la corriente literaria): las presencias fantasmagóricas, la redención del pecador, los muertos que cobran vida… Vamos, que donde esté el Tenorio que se quite ...
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